"Jesús nos dijo que Dios es Amor y no actúa como los poderosos de este mundo, y que él no vino a dominar y a ser servido, sino a servir y liberar. Necesitamos hoy una presencia cristiana liberada de muchas deformaciones añadidas a lo largo de dos milenios de historia, para poder redescubrir con nitidez el rostro servidor de Jesús que nos enseña cómo los saberes, conocimientos, instrumentos y sistemas se ordenan al servicio de la vida y dignidad humanas. Antiguamente esa dignidad y calidad de vida se entendía como exclusiva de los privilegiados, pero hoy la medida de la dignidad en una sociedad viene dada por su capacidad de reconocer y devolver la dignidad y las oportunidades a todos, con énfasis especial en los todavía excluídos".
(...)"Todo esto no es fácil, y nunca falta la tentación del miedo que invita a agachar la cabeza, o dejar que otros asuman la responsabilidad por nosotros. Por eso al comienzo del año la comunidad universitaria solemnemente se reúne para recordar su misión trascendente, para escuchar el llamado del país y para pedir luz y fuerza espiritual invocando al Espíritu Santo y la bendición de Dios como lo acabamos de hacer. Quiero terminar con un himno al Espíritu Santo para que nos acompañe a lo largo de todo el curso:
“Ven, Espíritu Santo, luz y gozo,
Amor, que en tus incendios nos abrasas:
Renueva el alma de este pueblo tuyo
que por mis labios canta tu alabanza.
En sus fatigas diarias, sé descanso;
En su lucha tenaz, vigor y gracia:
haz germinar la caridad del Padre,
que engendra flores y que quema zarzas.
Ven amor, que iluminas el camino,
Compañero divino de las almas:
Ven con tu viento a sacudir al mundo
Y a abrir nuevos senderos de esperanza”.
P.Luis Ugalde: Lección inaugural.Octubre 2009.
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