Y nos reunimos en nuestra Casa

El pasado viernes 16 de octubre nos reunimos a encomendar este nuevo año académico. No por casualidad, este día se celebraba Santa Eduvigis, patrona de los hogares. Es por ello que celebramos a UM como nuestra casa...

Le compartimos un hermoso testimonio...

Testimonio al viento…

En el supuesto negado de que alguna vez me preguntaran que es UM para mi, tendría que recurrir a una metáfora: la casa. Ha sido el ambiente, el espacio de formación en el que se han dado muchas cosas en mi vida. Esta casa, o casita porque es pequeña y chiquita, tiene al menos 5 bases sólidas. Una primera es que quienes allí viven respiran una certeza de que somos seres para otros en sociedad, somos ciudadanos. Eso no lo dudan, lo vivencian desde lo que hacen y desde el modo como se tratan. Otra de esas bases de la casa es que andan buscando encontrar al Dios de Jesús en su cotidianidad. Dios no es alguien ajeno al mundo, resaltando lo de ALGUIEN y lo de AJENO u otra manera de decirlo un Dios que NO ES INDIFERENTE a lo que nos ocurre y ellos siguiendo a ese mismo Dios tampoco lo son. Y así desde ese descubrimiento de Dios, mantienen en sus vidas el espíritu de ser misionero. De llevar hasta los lugares donde nadie quiere estar una palabra, el ser compañeros. Y pedimos, en muchos momentos cantando: “llévame donde los hombres necesiten tus palabras, necesiten mis ganas de vivir, donde falte la esperanza, donde todo sea triste, simplemente, por no saber de ti”. Esto sí que fue para mi una novedad. En la casa de UM he visto que al igual que yo otros se han sentido invitados a estudiar con espíritu, es decir, responsablemente, viendo los estudios como llamado, como propuesta para perfilar los dones y talentos recibidos y ponerlos más al servicio con cierta profesionalidad, bueno, aunque en realidad, realidad, unos más; otros menos.

Pero sobre todo está la base que parece ser la raíz de todo: Los ejercicios espirituales de semana santa. Es esa vivencia a profundidad y como encuentro personal con el Dios que nos revela Jesús así, sin mirar atrás y como experiencia central. Realmente, a esto se dedican muchas personas, energías y también dinero. Para muchos que no son de UM no quieren serlo es realmente una soberana locura gastar tanto dinero en ello. Pero allí está el problema, para esa casita eso no es un gasto es una inversión. Por eso he notado que esto NO SE NEGOCIA. Cueste lo que cueste cada uno ha tenido y tendrá siempre su cuarto individual durante los días de los ejercicios espirituales. Eso respondería si me preguntaran, pero como no me han preguntado, y no me lo preguntarán, entonces me reservo para mi escrito aquí en mi cuaderno personal que guardo muy cerca de mi corazón desde mis primeros ejercicios. Por allaaaá hace ya varios años….Menos mal que el papel aguanta todo, porque si alguien llegara a leer o escuchar esto…Diossss…(Risas)…

Anónimo

Y recordamos la historia de UM, a todos los que han hecho posible que crezca y siga adelante. Por ustedes y con ustedes podemos seguir... ¡porque el mundo no se hace solo!

1 comentarios:

Mtr. dijo...

Interesante el escrito, ¿quién lo escribió?